Archivos de diciembre 2006

El Run-Run

por Jorge Cárcamo

No hay nada como darle un cargo a un inútil para que se dedique a pasearse todo el día con la murga.

Andamos atareados en nuestra ‘chabola’ como diría un preso sufriendo todos los días el ‘run-run’. Al principio no se nota, te piensas que es sonido ambiente. El aire acondicionado será, te dices, pero no es eso porque hace un calor que te rilas.

De repente caes en la cuenta, o te abren los ojos. Miras a tu alrededor y empiezas a ver que hay dos personas en cada mesa. El ‘machaca’ y el de la murga. El ‘machaca’ o ‘indio’ asintiendo con cara de, si me dices esto en la calle ya te había partido la boca y el de la murga con el ‘run-run’. Hay que acabarlo, hay que gestionarlo, ya tenía que estar…

Desde luego que en esta casa de putas conocida como ‘España’, no hay nada como darle un cargo, un carguito, a un inútil para que se dedique a pasearse todo el día con la murga. Y es que te los encuentras de todos los tipos: gordos, delgados, altos, enanos, vamos que no se salva nadie. Eso si, todos tienen un identificativo común. No tienen ni puta idea de nada. Ni falta que les hace.

Goles son amores

por Serafin Espino

Voy siempre que puedo a ver al Salamanca y cada vez me da más vergüenza ajena decir que me siento en el fondo sur del histórico feudo helmántico. Y es que, si antes ya estaba inundado de borregos que a lo único que van es a dos cosas: a emborracharse o a armar bulla.

De un tiempo a esta parte cada vez se ven más erizas en el fútbol, de lo cual me alegro ya que la presencia de mujeres le da a la grada una esencia peculiar. La aparta un poco (y digo un poco) de ese halo de paletismo que inunda la mayoría de los campos de fútbol de este bendito país. Voy siempre que puedo a ver al Salamanca y cada vez me da mas vergüenza ajena decir que me siento en el fondo sur del histórico feudo helmántico. Y es que, si antes ya estaba inundado de borregos que a lo único que van es a dos cosas: a emborracharse o a armar bulla como buenos machichos guardianes de la España más siniestra que hemos conocido, ahora, además de estos gallolos también van sus respectivas acompañantes. Esto es: Eriza, de 17-19, macoi a más no poder, fumadora y además tonta del culo.

Sin ir más lejos, ayer acudí a ver el partido. Nos ponemos siempre en el mismo sitio, detrás de la portería del fondo sur. Antes, yo decir: “Joder, siempre nos ponemos al lado de unos personajes que te rilas” pues no es que fuéramos nosotros, es que está lleno. Bueno, pues resulta que se nos ponen delante una chica salida de la serie “Aída” y un ceporro que hace las veces de novio, ceporro por decir algo, porque mi querido compañero de sinsabores en la grada (F.V.P) me dice: “Mira la tía esa, que machirulo” refiriéndose al tío… (También hay que decir que mi amigo ve más bien poco).

Estoy seguro que a la tía esa se la sudaba que marcara gol el Salamanca, el Baracaldo o la Unión de Murcianos Regadores de la Huerta, eso si, desde el minuto 1 al noventa se fumó 10 cigarrillos, digo se fumó porque más de la mitad me los fumé yo, 90 minutos riendo las sandeces escupidas por boca del tiraduros del novio y noventa minutos jodiéndome el poder ver a gusto a mi Salamanca.

Por cierto, para postre, empataron a 0, y el Salamanca cae a la 9 plaza. Seguro que la tiparraca esta no duerme hoy del disgusto.

El gargajo de la eriza

por Serafin Espino

Ni corta ni perezosa coge la tipa y suelta un gargajo que rieté tú de los marineros más bestias y de los tipos de las películas del estalone.

Haciendo honor a aquello que está de moda en este país tan repipi y modernísimo que es la conciliación del horario laboral y familiar, estaba yo con mi compañeros de currelo conciliando el trabajo con el café en el bar del mal llamado Pajares cuando apareció. Me fijé en la chica y pensé “joe, está bien la chica, pero es macoi que te rilas”. No recuerdo la conversación pero lo que sí recuerdo es la cara que se nos quedó a todos al ver (y oír) como la angelita soltaba un esputo que se cisca la perra. Seguramente si en lugar de ser ella hubiera sido uno de los soplacirios de parroquianos habituales que tiene el bar nadie se hubiera sorprendido, y es que por mucha igualdad y mucha paridad (insigne chorrada propia de alguien nacido a orillas del Pisuerga) en algunas cosas, las erizas deberían hacer honor a su sexo y a su presupuesta delicadeza.

Impactos en Navidad

por Jorge Cárcamo

En estos tiempos de solidaridad y conciliación lo mejor es darle una hostia al coche de atrás y darse a la huida.

Pues si. Soy adivino. Estaba yo en el aparcamiento del Alcampo buscando un sitio y de repente veo que sale un Renault 21 blanco. Un clásico. Por la forma de maniobrar pensé, es una tía; y no es que sea machista, pero al volante la estadística no miente y dice que el sexo femenino conduce ‘de otra forma’. Ni mejor ni peor. Efectivamente era una tía. Y siguiendo con mi adivinatoria me dije, Arturín, esa le va a dar un yoya al que tiene aparcado detrás. Dicho y hecho. Mete marcha atrás y le pega un meneo al coche aparcado a su espalda que se cisca la perra.

Mentiría si digo que me sorprendí al ver como la tía se daba a la huida, ignorando los fogonazos que le tiré yo con las largas de mi 406, pero así fue. Y ni corto ni perezoso me dije. A esta la jodo yo.
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