Existe una modo últimamente que consiste en «currar» y jugar a la vez. El Travian es un juego en tiempo real que te convierte en alcalde de una aldea a la que debes hacer prosperar con métodos de todo tipo.
El más sencillo es unirte a una alianza y empezar a darle entre las orejas a todo lo que se mueva a tu alrededor, sin distinción de raza, sexo o religión. El segundo, más «legal», es buscarte la vida intercambiando bienes, cultivando, etc. A los que se han inventado el juego se les ha olvidado un tercer método, la «Julianina», que consistiría en recalificar terrenos, sobornar al concejal de turno, etc. Más real diria yo…
Este juego es un reflejo de la sociedad bastante claro. Y es que aquí el más tonto hace relojes, y se piensa que es Hitler en pleno 1939, metiéndole mano al de su diestra y aplaudiéndole la cara al de su siniestra. Todo ello amparado por la impunidad del anonimato, ya que nadie se atrevería a ciscarse en el vecino si tuviese que hacerlo en su cara, arriesgándose a que, como se dice en Albacete «le midieran el lomo».
Eso si, este juego está consiguiendo conciliación entre vida familiar y laboral. A alguno ya le han mentado a la hermana en el trabajo.
Referente al Travian, serÃa de destacar que no es que te sientas Hitler; pero si un poco Julian Muñoz, no por hacerte a una folklorica, sino por andar robando a los que no se saben defender. Además, como soñar es gratis y como bien dice Cárcamo, mientras el anonimato nos permita el desfalco del semejante; que me quiten mis 6 rolex y mis excusiones al Rocio para mear cardos.
Saludos.
el Taxista Comunista